Ante la fiesta de Santo Tomás de Aquino, patrón de la Universidad
ALUMNOS DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
EN LOS ALTARES
El 24 de enero del pasado año se abrió en Madrid la causa de beatificación de la Madre María Félix Torres, fundadora de la Compañía del Salvador (en el año 1940) y de los Colegios Mater Salvatoris. Nació en Albelda (Huesca) en 1907 y murió en Madrid en 2001. Estudió Ciencias Químicas en la Universidad en Zaragoza entre 1925-1929, en una época en que la presencia femenina en La Universidad era escasa: de hecho, en su carrera sólo había tres alumnas y sólo ella alcanzó la licenciatura (cf. http://www.mariafelix.org). Siendo estudiante universitaria y miembro de la Acción Católica femenina, parece ser que entre 1926-1927 impartió catequesis en el barrio de las Delicias. El inicio de este proceso y la celebración el 28 de enero de la fiesta de Santo Tomás de Aquino, patrón de los estudios universitarios, permite repasar los nombres de aquellos que fueron alumnos de la Universidad de Zaragoza y están en los altares o camino de ellos. Quiera Dios que, como ellos, los jóvenes universitarios de Zaragoza descubran que la sabiduría, la inteligencia y la ciencia son dones que da Dios y que sepan ponerlos al servicio de la Iglesia y del mundo que les ha tocado vivir.
En primer lugar hay que citar a San Josemaría Escrivá de Balaguer (Barbastro, 1902-Roma, 1975), fundador del Opus Dei. Fue ordenado sacerdote de la diócesis de Zaragoza en 1925. Como es conocido, fue alumno de la Facultad de Derecho, con permiso del arzobispo, el cardenal Soldevila, y en ella comenzó sus estudios en 1923. Fue canonizado en 2002.
Entre los numerosos mártires de la persecución religiosa de 1936 que han sido beatificados hay que mencionar a los siguientes:
- El dominico Lamberto de Navascués. Nació en Zaragoza en 1911. Estudió Derecho y, cuando le faltaba sólo un examen para convertirse en abogado, pidió elingreso en los Dominicos como hermano cooperador. Pertenece al grupo de los Mártires Dominicos de Calanda, donde fuen fusilado el 27 de julio de 1936. Fue beatificado en 2001.
- El sacerdote oscense Fernando Español Berdié. Estudió el bachillerato en Huesca y luego Derecho en Zaragoza. Su brillante expediente hacía suponer que tendría un brillante porvenir, cuando decidió seguir la vocación sacerdotal. Fue ordenado sacerdote de la diócesis de Barbastro en 1901. Secretario del obispo de Cuenca Cruz Laplana, con él murió mártir en la noche del 7 de agosto de 1936 y con él fue beatificado en 2007.
- El marianista Jesús Hita. Nacido en Calahorra, en 1900, fue profesor en diferentes colegios de su Congregación y, sin dejar la enseñanza, obtuvo el título de Licenciado en Filosofía y Letras en 1930. Fue fusilado el 25 de septiembre de 1936 en Ciudad Real. Fue beatificado en 1995 en la misma ceremonia que el obispo de Teruel, Anselmo Polanco, y que su Vicario General, Felipe Ripoll.
- El marista navarro Felipe José (Fermín Letienda Azpilicueta). Su biografía afirma que fue “graduado por la Universidad de Zaragoza”, sin especificar sus estudios. Murió mártir en Montcada el 8 de octubre de 1936, con 45 años de edad. Fue beatificado en 2007.
- El jesuita valenciano Juan Bautista Ferreres. A finales del siglo XIX (entró como Novicio en Veruela en 1888) simultáneo los estudios de Teología con la licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza, obteniendo la calificación de sobresaliente. Fue un famoso canonista. Murió en la cárcel de San Miguel de los Reyes, en Valencia, el 29 de diciembre de 1936, a los 75 años. Fue beatificado en 2001.
También hay que citar a la sierva de Dios Teresa María de Jesús Ortega Pardo (1917-1972), priora muchos años del monasterio de monjas dominicas “Madre de Dios” de Olmedo Valladolid. En su infancia vivió en Teruel hasta la guerra civil. Terminada ésta, estudió el Bachiller en Valencia e inició los estudios de Filosofía y Letras, que terminó en Zaragoza, alcanzando la Licenciatura el 13 de mayo de 1946. Su proceso diocesano de beatificación se clausuró en 2006 en Valladolid. Y entre los sacerdotes mártires de la diócesis de Zaragoza en 1936 se encuentra el coadjutor de Caspe José Lizano Guíu, que había estudiado Magisterio, Derecho y Filosofía y Letras.
Juan Ramón Royo García
Director del Archivo Diocesano